lunes, 22 de noviembre de 2010

Uve. I. Pe.

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Álvaro, distinguido profesor universitario, apagó el coche en el aparcamiento del cine un poco más lejos de la puerta de lo que a él le hubiera gustado. Ayudó a su esposa a cubrirse con un costoso abrigo que le regaló las navidades anteriores.

- Sabes cariño, he conseguido meter mi libro como lectura obligatoria en mis clases. – Álvaro comenzó la conversación con tono trivial.
- ¿Para qué alumnos, los de Ética o los de Filosofía? – Dijo interesada.
- De momento para los de filosofía, ya veremos más adelante. No quiero abusar del rector. – Y sacó sus dientes a relucir en una sonrisa forzada.
- Llevas las entradas, ¿no? – Dijo Adela entrando en el cine.
- Claro, las saqué por adelantado para no esperar la cola.- Una cola que no había.

“El Cholo” y Coque sacaron las entradas que les salieron más baratas utilizando un carnet universitario que nunca fue de ellos. Profesionales de la pillería, oportunistas de vocación, vivían siempre al borde la ley. Coque pasó una noche en el calabozo por tomar prestado un coche y sabía que no quería volver a entrar, pero “El Cholo” no era su mejor influencia.

En un descuido de un infeliz que fue al baño antes de ir a la sala, se hicieron con un cubo gigante de palomitas. Se sonrieron y entraron a ver el súper estreno de la semana. La sala estaba a medio llenar y se sentaron en uno de esos asientos VIP, más amplios, lejos de cualquier persona. La película estaba a punto de empezar.

- Disculpad, ¿tenéis entradas para estos asientos? – Le preguntó el profesor a los pillos.
- No, ¿por? Siéntate un poco más allá que va a empezar.- Respondió “El Cholo” con indiferencia.
- No, no. Creo que no lo entendéis. Si no habéis pagado estos asientos os tenéis que ir más atrás. Si no, llamo al revisor.
- Serás gilipoyas…

“El Cholo” se levantó desafiante, en un instante se le pasó por la cabeza ponerle el cubo de palomitas de sombrero al profesor pero su amigo le cogió del brazo, le calmó y le llevó una fila más atrás. Se sentaron detrás del profesor, para incordiar.

- ¿Qué les has dicho a esos chicos? – Preguntó Adela justo antes de comenzar los créditos de la película.
- Que sin entradas VIP no se podían sentar ahí.
- ¿Y a ti qué más te da dónde se sentaran?
- Estos asientos son más caros porque son mejores. Si quieren gozar de éste servicio que lo paguen, como nosotros.
- Pero cariño, esos asientos no los va a usar nadie. ¿No es mejor que alguien los aproveche?
- No Adela. Si no lo pagan no.

Álvaro salió fastidiado del cine tras haber tenido que aguantar justo detrás el ruido de las palomitas, “El Cholo” y Coque se colaron en otra sala e hicieron doblete.
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