viernes, 8 de febrero de 2013

Llegando a San Valentín

Metro Tirso de Molina. 9,15h

Está sentada en su asiento con los ojos verdes perdidos en algún lugar entre el recuerdo y la esperanza. Aunque lo intenta disimular llora, y lo hace desconsoladamente en su interior.

Es guapa, lleva un piercing centrado en el labio superior y luce una melena de color cerveza. Sus vaqueros ajustados de ese color que no es ni gris ni negro sucio muestran una figura atlética. Sobre los hombros le pesa una chupa de cuero abierta y debajo una camiseta ancha color crema. Es joven pero hoy es aún más niña e indefensa. 

Un sonido de gota de agua y se abalanza a su bolso del que saca su móvil con la esperanza de recibir un mensaje que... pero tras un segundo de lectura se le rompe la cara, el gesto, el corazón y el alma. Le brota un sollozo disimulado y una lágrima intrépida se lanza al vacío de su mejilla. 

La seca rápidamente, suspira y se pide calma. Traga. Sale lo más digna que puede del metro. 

Pero yo la he visto, yo sé que no tendrá flores en San Valentín.

Escrito para abrir debate acerca de San Valentín en Iniciativa Abierta