Y... ¿qué hacer el domingo?

Entiendo, comprendo y comparto la manifestación y la acampada de Democracia Real Ya y no niego que en ocasiones esta semana he tenido deseos de ir a acompañar a esa gente que pide un sistema más justo y más limpio. Aunque respeto la decisión de la Junta Electoral de considerar ilegítimas las reuniones para mañana y pasado, no la comparto. Creo que cualquier persona tiene derecho a manifestarse, reunirse y concentrarse para defender los intereses de lo que considera justo. Les acompaño en el sentimiento, pero creo que soy más útil intentando cambiar el sistema desde dentro, porque yo también creo que se puede hacer política de una manera más limpia. Hay una premisa Democracia Real Ya que no comparto: el PP y el PSOE no son lo mismo.

Gracias al PSOE tenemos hoy en España la Ley de Dependencia, la Ley de Igualdad, la Ley del Matrimonio Homosexual, la Ley de Una Muerte Digna, la Ley del Aborto, la Ley de Espacios Sin Humo y se ha suprimido la conocida Ley Beckham por la que los extranjeros con grandes rentas cotizaban un 23% en vez del 45% de los españoles. En los últimos ocho años los salarios mínimos interprofesionales han subido, se ha aprobado el Estatuto Autónomo y las pensiones mínimas han subido más de un 20% a pesar de que se hayan tenido que congelar en el último ejercicio. Además se ha combatido contra el terrorismo de una manera eficiente y se han hecho continuas campañas para reducir las muertes en carretera. Creo que a pesar de que una crisis internacional haya golpeado con dureza, España hoy es un país mejor, más social y más preocupado por el individuo y sus derechos.

Sin ir más lejos, ayer, hice pública en mi Facebook la lista de personas imputadas que se presentan a estas elecciones. Me sentí avergonzado de vivir en un país en el que elijamos que nos gobiernen personas que no hacen más que mentir, malversar y lucrarse. Y había de todos los colores, que quede claro. 

Pero el domingo no se votan cuestiones de la nación, se votan las cuestiones de tu pueblo, de tu barrio, de tu calle, del colegio de tus hijos, de las atenciones para tus mayores, de la dotaciones y los servicios de ti y de tus vecinos (y vecinas, claro). Yo no voy a hacer un alegato para que tú, lector, votes un partido u otro. No estoy donde tú estás, no sé como es la situación local de lo que te rodea. Sólo te pido que mañana te estudies los programas y las propuestas que habrás recibido en tu buzón y el domingo ejerzas tu derecho a voto, porque cuantos más votemos mejor será para todos.